miércoles, 23 de junio de 2010

Cáncer Cérvico Uterino

Dr. José Sanfilippo B
Psic. Delia Ramírez Cruz
Dr. Heriberto Larios Mendoza
Lic. Maria Isabel Moreno Hernández

El cáncer cérvico uterino continúa siendo un problema importante de salud pública en el mundo, principalmente en los países en desarrollo. En México, este tipo de cáncer es la primera causa de muerte por neoplasias malignas entre las mujeres de 25 a 64 años.
En los últimos años se realizaron investigaciones que han permitido el avance, en el conocimiento de la etiología, diagnóstico y tratamiento del cáncer cérvico uterino. Uno de los avances más significativos ha sido la identificación de la etiología del cáncer cérvico uterino, al esclarecer el papel que juega en el desarrollo de las lesiones intraepiteliales el Virus de Papiloma Humano (VPH). Otro de los avances relevantes ha sido el desarrollo de vacunas profilácticas específicas para estos subtipos de virus.
La infección por el VPH es transmitida sexualmente y representa la infección de transmisión sexual más frecuente en todo el mundo. Sin embargo, es una contradicción que siendo una patología factible de ser detectada en etapas tempranas y tratada de manera oportuna, debido al largo período de tiempo que transcurre entre la aparición de una lesión intraepitelial y su evolución a cáncer, continúen ocurriendo un número importante de fallecimientos.
En este contexto, la prevención del cáncer cérvico uterino puede estar enfocada en dos aspectos:
  • Prevención primaria con la aplicación de vacunas profilácticas para evitar la aparición de una enfermedad, en este caso, de infección por virus papiloma humano subtipos 16 y 18.
  • Prevención secundaria, referente a la detección temprana de la enfermedad; en este caso, de lesiones precursoras y cáncer. Un aspecto fundamental es la detección de lesiones intraepiteliales antes de que evolucionen a cáncer o detectar éste en una etapa temprana (in situ).
No obstante los avances en este campo, continúa siendo primordial la educación para la salud, la información veraz y oportuna para la población y la promoción de un ejercicio de la sexualidad de manera informada, segura, responsable y libre.
En más del 90% de los casos de cáncer se encuentra presente la infección por VPH, pero no todos los casos de infección por VPH desarrollarán cáncer o incluso lesiones precursoras, ello hace suponer que existen factores que están asociados directa o indirectamente con el aumento en la probabilidad de desarrollar lesiones precursoras o cáncer.
Entre los factores que se han identificado se encuentran el tabaquismo, el estado nutricional, la respuesta del sistema inmunológico, la paridad, otras infecciones de transmisión sexual, la inmunosupresión (particularmente en el caso de la infección por VIH). Otros factores como la edad de inicio de vida sexual activa (heterosexual), el número de parejas sexuales, antecedentes de infecciones de transmisión sexual, se les considera en la probabilidad de contraer el VPH, pero no se les considera factores para la evolución de infección por VPH a cáncer.
Los esfuerzos de prevención del cáncer cérvico uterino en todo el mundo se han centrado en el tamizaje de las mujeres en situación de riesgo de contraer la enfermedad, empleando las pruebas de Papanicolaou y el tratamiento de las lesiones precancerosas. El procedimiento de tamizaje mediante la prueba de Papanicolaou se desarrolló en los años treinta y se le dio el nombre de su inventor el Dr. George Papanicolaou.
PREVENCIÓN
La prevención de cáncer cervicouertino requiere de la corresponsabilidad de la población en general, de las mujeres en particular y de los miembros del equipo de salud. El cáncer cervicouterino es fácilmente prevenible por lo que
la Promoción de las medidas preventivas es la base para reducir su incidencia. Algunas acciones pueden ser:
  • Promover las relaciones sexuales con el uso del condón.
  • Informar a las mujeres que fuman y cuyo resultado del papanicolaou reporta presencia de VPH, del incremento de la probabilidad de que la lesión intraepitelial progrese a cáncer.
  • Promover la toma de citología a toda mujer que utiliza métodos anticonceptivos orales.
  • Las mujeres con más de tres embarazos de término.
  • Dar tratamiento y realizar seguimiento a las mujeres con coinfección de VPH y otras infecciones de trasmisión sexual como Chlamydia trachomatis o virus-2 de herpes simple (HSV-2)
Asimismo, corresponde a la población en general modificar sus estilos de vida que ponen en riesgo la salud pública y con ello se puede prevenir la incidencia del virus del papiloma humano. Por lo cual se requiere que busquen información acerca de los factores de riesgo y medidas de prevención para evitar el contagio y transmisión del VPH.

Depresión infantil

La depresión que antes solo se diagnosticaba en personas adultas, está cada día haciendo sufrir también a los niños. La depresión infantil,  puede surgir a causa de cambios importantes y estrés, como resultado de la pérdida de los padres, un divorcio, o problemas familiares, etc.  Los niños que viven con mucha tensión, que han experimentado una pérdida o que tienen desórdenes de la atención o de la conducta, o discapacidades en el aprendizaje, o aún problemas de salud mental, corren mayor riesgo de sufrir depresión.

¿Mi hijo tiene depresión?
No hay que apresurarse a sacar conclusiones. Padres y profesores han de estar atentos cuando algún niño presente alguna de las siguientes características:

  • Está continuamente triste, llorando con más facilidad.
  • Pierde el interés por los juegos preferidos y por la escuela.
  • Se aleja de sus amigos y de la familia.
  • Presenta una comunicación pobre.
  • Se aburre y se cansa con facilidad.
  • Presenta menos energía o concentración.
  • Se queda irritable o demasiado sensible frente a pequeñas frustraciones, montando rabietas o berrinches con más facilidad.
  • Se le nota extremadamente sensible hacia el rechazo y el fracaso.
  • Expresa baja autoestima, depreciándose a él mismo.
  • Elige "finales tristes" para sus cuentos y representaciones.
  • Se comporta de una manera agresiva.
  • Se queja constantemente de dolores tales como de cabeza o de estómago.
  • Duerme demasiado o muy poco.
  • Come demasiado o muy poco.
  • Sufre una regresión, hablando como un bebé u orinándose en la cama.
  • Habla de suicidio.
  • Habla de escaparse de la casa.


¿Qué se puede hacer en esos casos?
No ignore los síntomas de depresión. Dé más atención de lo normal a su hijo. Juegue con él y así le será más fácil hablar sobre sus problemas.
Establezca y mantenga las rutinas. El niño necesita sentirse arropado por una disciplina. Se sienten colaboradores y partícipes cuando se establece un horario para cada actividad.
Esté atento por si el niño tiene estrés. Es necesario reevaluar el calendario diario de actividades del niño. Pregúntese si tu hijo no está haciendo demasiadas cosas. Puede que el niño se siente cansado y estresado.
Busque tratamiento médico en el caso de que su hijo empiece a aislarse, comportarse mal, o a hacer comentarios negativos sobre él mismo. Tendrá que confiar en su instinto. Si ve que su niño ha sobrepasado el límite de la normalidad, busque ayuda y apoyo médico. El diagnóstico y tratamiento temprano de la depresión son esenciales para los niños deprimidos. Comente el caso con el pediatra.